En una luminosa y fresca mañana de otoño, las musas me
visitan, revoloteando remolonas a mí alrededor… como siempre las contemplo
abriendo mi ojo interior.
Primero veo, en sus diminutas caras una sonrisa que me llena
de emoción y si agudizo los sentidos, puedo oír, su lenguaje encantador…
Son todas distintas y parlotean con voz cristalina, un
dialecto mágico que enciende mi imaginación… En una luminosa y fresca mañana de
otoño, vuelvo a sentir su contacto creador…
Llenas de belleza y armonía, pequeñas arpías, ríen y
cantan en su particular lenguaje, del que a veces a duras penas puedo
distinguir algún mensaje y en otras ocasiones, percibo claramente su locución…
¿Como será la vida, sin el animo creador? Me pregunto, una luminosa
y fresca mañana de otoño, esperando deseosa, descifrar la sublime sinfonía, que
florece, de mis traviesas musas… mientras mariposean a mí alrededor.
Las musas que nos protegen y nos condenan. Con sus conversaciones y con sus silencios.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Que forma tan especial de verlo ;-) Gracias por leer y compartir conmigo tu opinion
ResponderEliminar