Tras
esa mirada tuya, cristalina, azulona y llena de misterio, veo yo un par de
luceros…Cuando me miras, yo entre veo, a veces picardía a veces deseo…A veces,
el fuego de tus pensamientos.
Si me
dejas, yo adivino tus movimientos… Si me dejas y proyectas tu sueño, soy capaz de sentir en mi
cabeza, como resuenan tus argumentos.
Contigo
siento vivas todas las emociones, que despiertan mis ilusiones… A tu lado, de
tu mano. Por tus besos, tiernos, cálidos… En la misma sintonía, en la que
vibramos, día a día…
Somos
uno, sin reservas. Juntos somos el pan y la sal, unidos sin mirar atrás, porque
eres mi otra mitad… Sé que nuestro amor traspasara la barrera de lo físico y será
eterno, porque una mañana gris, me dijiste: Te quiero.
Me atrapó la sencilla vitalidad de tus líneas. Portan imágenes con las que todos podemos identificarnos, lo que te hace traductora de emociones comunes. Realmente lo disfruté. Y también tu foto. Un abrazo desde Caracas. Gustavo (Mi blog, por si quieres leer algo variado, es lobigus.blogspot.com)
ResponderEliminarMuchas gracias por tus sentidas palabra. Con gusto acepto tu invitación.
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